Virginia Ramos Martín, más conocida como Vir Crash, tiene 30 años y su pasión por los tatuajes la ha llevado a convertirla en su forma de vida. Lleva tatuando desde los 17 años, un total de trece, y dibujando toda la vida. “El origen de mi pasión por los tatuajes es desde que tengo uso de razón”, reconoce. Pero su ídolo, Kat Von D, le abrió la mente al hiperrealismo y a realizar dibujos en la piel.
Se define como autodidacta que estudió en la escuela de artes para poder aprender todas las técnicas de dibujo y luego aplicarlas al tatuaje.
“Mi primera víctima fue una naranja y poco a poco fui tatuando a mis amigos”
Empezó en su casa y recuerda que lo primero que necesitó fue ahorrar. Ahora, lleva siete años en su propio estudio en Parquesol y explica que “quería crearlo fuera del centro porque quería que si venían hasta donde estaba era por mi trabajo”.
Nacida, criada y formada profesionalmente en Valladolid asegura que nuestra ciudad es “comodidad”, tanto a nivel laboral como a nivel de vida. “Es una ciudad pequeña pero en la que hay de todo, aunque lo malo de que sea tan pequeña es que cuando quieren crecer muchas personas en el mismo mundillo se acumulan”, reconoce.