DULZARO

Un joven con camisa de pana morada, pantalones beige y botas negras se adentra en el Pasaje Gutiérrez de Valladolid. Camina con cascos, quizá escuchando a David Bowie o a James Blake. Así es Dulzaro en su día a día, uno más entre la multitud. Pero cuando se sube al escenario se transforma. Su presencia es tal que es imposible retirar la mirada de él. Acapara la atención y se convierte en el protagonista. Su voz aterciopelada y sus estilismos enganchan y el ambiente se impregna de su esencia.

Alberto Domínguez (Valladolid, 1994) es Dulzaro. A sus 29 años reconoce ser un enamorado del folklore castellano y de las tradiciones que lo rodean, de la música, los instrumentos y la variedad de ritmos y letras arraigadas en nuestra tierra. “Me gusta mucho mezclar las influencias y la música tradicional que tenemos en Castilla y León con la música electrónica”

“Siempre he sabido que tenía algo para crear música”

La música tradicional castellana llegó a su vida de forma tardía. “No he crecido en un pueblo, no he tocado pandereta con las señoras ni la dulzaina de chiquitín”, explica. Irse a estudiar teatro musical a Londres le hizo descubrir “la maravilla de ritmos y letras que tenemos en Castilla y León”. Su caso es similar al de muchos jóvenes que emigran en busca de oportunidades y Dulzaro tuvo que salir de su tierra para entender y valorar la gran tradición, historia y amplitud con la que cuenta el folklore castellano.

Pero no solo se inspira en la música. Lorca es, según explica, un “eje principal” en su proyecto. Sus letras e ideas se reflejan en cada paso que da como artista. Así, en sus inicios ocultaba su rostro tras sombreros. “Para mi era muy importante taparme la cara porque, de alguna manera, podría ser cualquier personaje. Quería poner la voz al frente porque si tú no ves la cara de la persona que está cantando te puedes imaginar muchas opciones”. Y eso le ha hecho crear algo único.

Para Dulzaro, 2024 va a ser un año importante porque va a sacar un EP. “Va a haber cinco jotas de Castilla y León con las que yo conecto mucho y para las que yo he compuesto cosas. No son jotas al uso, si no que las he adaptado a mi voz y a mi estilo”. Su intención es lanzarlo antes de verano junto con un videoclip en el que reflejará, de nuevo, su característico estilo.

Enamorado de Castilla y León, de Valladolid y de sus tradiciones, reconoce que esta tierra es “raíz, es casa”. “Es donde realmente me encuentro a gusto, me inspiro”, asegura. Graba sus videoclips en Valladolid porque reconoce que “es una ciudad que está muy preparada y tiene todos los recursos necesarios para un artista”.

Su alegato final es a favor de nuestra tierra, de Castilla y León:

“Es oportunidad y futuro”